A un río que pasaba por el pueblo, le llamaron Luis. El río Luis. Hubo en el pueblo una mujer aventurera que dejó la familia atrás y se dispuso a seguir el recorrido del río Luis. Fue recortando colinas, fue atravesando llanos por al lado del río Luis hasta que Luis se convirtió en un río más grande, Luis era el afluente de ese río. En un pueblo, preguntó cómo se llamaba ese río más grande que Luis. Le dijeron que se llamaba Paco. Siguió a Paco esta mujer por llanuras aún más amplias por colinas más grandes, por torrenteras y desfiladeros hasta que este Paco afluyó a otro río más grande. Le dijeron que este otro río se llamaba Jacinto. Y Jacinto murió en el mar. Esta mujer montó un chiringuito en la playa, a unos kilómetros de la desembocadura de Jacinto y vivió la vida en paz, sola, aventurera y triste.
Y tú me dices que yo tengo la culpa de las rosas que salen en invierno.
Y yo te digo que quién tiene la culpa de que el sol salga.
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