Yo no madrugo, así que me pierdo gran cantidad de la mañana. Pero ¿para que quiero yo una gran cantidad de la mañana? ¿Qué podría hacer yo en la mañana si no fuera trabajar? Si yo fuera un escritor de best seller que ganara mucho y la editorial me obligara a escribir una novela por año pues no tendría más remedio que levantarme prontito para escribir esa novela pues una novela no se escribe en tres días. Pero yo soy un escritor aficionado que nunca publicará lo que escribe y si publico lo que escribo me va a costar dinero, nadie me dará dinero por lo que yo escriba. Además yo no sé muy bien cómo están las leyes y no sé si es compatible una pensión con el hecho de ganar dinero con libros publicados. A lo mejor tendría que renunciar a mi pensión y eso sería una catástrofe para mí. Así que me seguiré levantando a las 10:00 y escribiré por afición, como hago en este blog.

No quiero alzar la lengua, decir quién fue adversario, quién rompió mi paz

pues de nada sirve ya desesperadamente acusar.