Tengo la mente embotada y aun así escribo esta línea. No me sale nada de mi mente que pueda ser digno de llamarse comentario u opinión o afirmación de una verdad. Y sin embargo escribo que escribo porque al final, no escribo nada. Me gustaría escribir el verso más bonito de la literatura mundial pero no escribo ese verso ni otros de menor importancia literaria. Escribo lo que veis, escribo nada. Escribiendo se me pasa el tiempo, me doy una tregua entre cigarro y cigarro, hago algo ¿útil?, ¿interesante?, ¿o es solo un pasatiempo? No escribo nada y sin embargo, estoy acabando de escribir. Podría haber mirado la antología o los refranes y no los he mirado para escribir esto que aquí veis. Escribo y ya me harto del verbo escribir, de mentarlo tanto y ya no escribiré nada más por hoy, esa es la sensación que tengo.
Escribir en este país. Oficio de pobres escritores
que se matan firmando en las casetas.
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