Hoy los jóvenes no saben más que los mayores (habrá excepciones). La educación de la ley Celaá es aberrante, pasan de curso sin aprender. Todos los jóvenes quieren cantar canciones o hacerse youtuberos. Youtuber es enseñar una prenda o un restaurante para que otros se compren esa prenda o vayan a ese restaurante. La gente ya no tiene criterio. Necesita la gente que se les diga qué comer o qué vestir. Internet se ha convertido, como se convirtió la tele en su día, en un redil de borregos. Y la sociedad actual no sabe de historia, ni de literatura ni de pintura. Preguntas por Velázquez y ni idea. Seguro que habrá ingleses que saben más de España que los propios españoles. Nadie sabe decir un cuadro de Murillo o de Solana o de Sorolla. La vida, encima de que está achuchada, esté rodeada de ignorantes. Así, un país va a pique, va a la deriva más absoluta. Todo el mundo habla de los políticos por eso, porque no sabe hablar de pintura, de literatura y mucho menos, de historia.

El humo del cigarrillo

me dice de qué está hecha la vida.