Son las 13 horas de un día de otoño con sol. A las 13:30, vamos a comer. Este blog es de puro entretenimiento, es para que pasen los malditos minutos que me separan de unos espaguetis. Espaguetis, qué palabra. La vida es un sonajero en manos de un niño. Cuanto más suena, más alborozo. En las latas vacías es donde más se produce el ruido, así como en las cabezas. La mente es muy misteriosa. Misteriosa, qué palabra. Un día irán los caballos caminar por caminar sin verse la sombra que proyecta el sol en ellos. La vida también es como una bomba de relojería. Relojería, qué palabra. Cuando menos lo esperas, explota. Yo, aquí, sacando punta al lapicero. Lapicero, qué palabra.
He plantado un árbol en medio del campo.
Me dará sombra en el calor del verano.
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