La inefable simplicidad aporta la ausencia de deseos, al mismo tiempo que el reposo y la calma se restablecen (refrán chino). No hay que ser complicados en esta vida. La vida se pasa volando y no merece la pena preocuparse por qué calcetines nos ponemos. Con ir bien afeitados vale, para no dar la impresión de descuidados. Desear mucho es malo, te complica la vida. Y los demás no van a notar si tú eres de una clase social u otra o aparentas ser de una clase social u otra. La vida hay que vivirla con sencillez. Aquí estoy yo, solo eso. La simplicidad no se engríe. La simplicidad obra maravillas en las personas, las hace más sinceras y abordables. Y qué decir tiene que la tranquilidad es muy deseada por mí y por todos los que tenemos dolencias mentales. No queremos los enfermos mentales absurdos como lo de ir vestido así o asao ni gilipolleces por el estilo. Es mejor no desear más que pase el día de modo feliz y convincente.
Con el humo de su cigarro construyó un dibujo leve
y se puso a mirarlo, a mirarlo, a mirarlo.
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