Al frío hay que hacerle frente abrigándote mucho. A este paisaje desolado que vemos al mirar por la ventana se le hace frente aliándote con la buena voluntad de los buenos, que siempre hay. No quiero oír la tele ni la radio ni las redes sociales. Siempre lo mismo. Es mejor despejarte dando un paseo al vacilante sol que sale estos días. Hay que respirar, hay que ejercitar las piernas y los brazos, hay que pasar de las cosas chungas que ocurren. El mundo es muy amplio para estar todo el rato centrado en una sola cosa. Andar 5 kilómetros en plan conciliador de cuerpo y alma, viene muy bien a la cabeza y al organismo. Hacer ejercicio con algún amigo o con tu hijo o con tu hermano o con tu pareja es muy sano. Mens sana in corpore sano, decía el refrán romano. Y a los romanos les pasó de todo.
Mi piso tiene de todo.
Sobre todo, intimidad.
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