En mi opinión, el ser humano, cuando nace, viene a ocupar un tiempo. Y ese tiempo puede estar lleno de alegrías o de desgracias. Lo malo del todo es cuando ese tiempo es neutro, está vacío, no guarda nada dentro, no nos proporciona asuntos por los que luchar o por los que reír de emoción. Conozco un amigo que hace todo lo posible para que sus horas estén cubiertas de actividades: va a jugar al fútbol, va a un programa de radio, va con la asociación "Tú decides", etc. Es un enfermo mental y es muy listo. Sabe que estando de más, las horas pasan lentas como una pequeña o grande tortura. Lo que decían los monjes antiguos, ora et labora, se cumple en la hora diaria de los que no vivimos en un monasterio. Por eso yo estoy ocupado con este blog, porque así el tiempo se llena de algo, aunque sea con algo que parece tan intrascendente como estos renglones.
De necios es huir del consejo.
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