El conocido A se sienta con el conocido B en el banco C de la ciudad a charlar sobre los ciudadanos D que la pueblan. Aparece un tipo de mediana edad y comenta uno de ellos, ese es un autoeditado, se ha pagado de su bolsillo la edición de un libro, así no tiene que hablar del libro ni hacer publicidad, se gana la fama por vía rápida, lo que yo llamo literatura rápida, como el fast food de los yanquis, yo no entiendo de letras, pero mira, por ahí va uno que tiene más carreras que un galgo, tercero de derecho, primero de filosofía, segundo de políticas, como si fueran ristras de chorizos, que fiera. Calla, ahí va otro que no se pierde reunión, manifestación o concentración sobre cualquier derecho que se defienda, un activista de pura sangre, que tío. Por ahí va el de los cursos del inem, inglés, deportes municipales, a todos se apunta, está preparado para la vida moderna. Y nosotros aquí sentados como pánfilos después de trabajar. Oye, no te preguntas por esas mujeres de mediana edad que nos miran como si nos perdonaran la vida. Sí hombre sí, es que defienden los derechos de la mujer y es que ven a un hombre y les queda esa mirada asesina. Bueno colega, vamos al bar que habrá partido de fútbol, es el entretenimiento más socorrido.