Un señor fumador que ha tenido un amago de ataque al corazón va con una pancarta al estanco. En la pancarta pone: "estancos: nos estáis matando". Así un día y otro pues el hombre estaba jubilado. Al día siguiente, se le unen dos más con otras pancartas contra los estancos y los días siguientes ya es una pequeña multitud la que se queja. Poco a poco las manifestaciones ante los estancos son masivas. Matan a un directivo de la Tabacalera. La protesta se recrudece. Los fumadores en masa quieren dejar de fumar. Muchos lo hacen, para fastidiar la industria del tabaco. Hay conferencias, actos públicos, conciertos que animan a dejar de fumar. Queman dos estancos en Madrid. Los directivos de la Tabacalera van con escoltas. Interviene el Estado: allá donde haya un fumador, se le detiene y va al calabozo. Los pocos fumadores que quedan, lo hacen a escondidas. Al final, 500.000 personas fumadoras dejan de fumar. La Tabacalera quiebra en el país. No vende ni el 20% de lo que vendía. Muere el señor jubilado de una ataque al corazón. Se suceden algaradas y quemas de estancos. La gente ya no fuma en este país. Una concienciación plural y masiva hace que ya la gente no fume.

Nube de polvo en fuente clara,

andar a la sierra y matar la sed en la pendiente del camino.