Según internet, hay que dar 100 pasos al día para evitar la muerte súbita. Yo ya di mis cien pasos. Los di por el pasillo de mi casa y luego los di acompañando a una amiga con su perrito que le iba a llevar al veterinario porque tenía mal la espalda. Claudio Rodríguez fue un gran poeta. También lo fue Pedro Salinas. Ayer olí la retama que se oreaba al viento de la tarde tranquila. La misa sirve para darte cuenta de lo pequeño que eres ante Dios. No dejo de sorprenderme de lo poco que vale el ser humano. Ese deseo de ser más es estúpido, esas ganas de aparentar, de salir al mundo creyendo que el mundo solo es para ti, de creerte alguien importante y no ser más que otro más del montón que ya sabe que también se va a morir. Las cuerdas heridas de sus chillidos ya dan igual pues nunca los quisimos, aunque nos sentábamos con ellos en la mesa y nunca nos quisieron, aunque fuéramos hijos todos de la desgracia y la locura.
De la ceniza sale la llama y la llama se ensalza fuerte,
cuando el fuego ya casi no dura, casi no da calor.
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