Todo el mundo se va en agosto y entonces no funciona nada. El otro día oí por la radio que hay viudas y huérfanos en agosto que, al estar los funcionarios de vacaciones, estas personas no cobran hasta septiembre. No puede ser que todo el mundo deje sus ocupaciones al completo por un mes. Las vacaciones tendrían que ser escalonadas empezando por junio. Agosto, yo creo, no debe ser la excusa para que nada funcione. Así somos los españoles, todo a lo bruto. Pero bueno, todo se andará. Los ecos de la gente que se queda en agosto en la ciudad suenan estrambóticos y lejanos, algo irreales. La pena es esa, que la administración al completo también se va a lo loco en agosto y eso no debería ser así.
Todos se acercan y me dicen:
La esperanza y la fe son los gobiernos de la vida.
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