Eran una familia de gente bien, en un buen barrio de Madrid. La familia la componían cuatro hermanos, sus padres perdieron la vida en un accidente de tráfico. Los dos hermanos mayores estaban trabajando en lo que habían estudiado, economía e informática. Los hermanos menores seguían estudiando y el futuro para ellos era muy prometedor hasta que para uno de ellos se torció. Y el caso es que se encontró a una chica de la que se enamoró perdidamente, como lo novelan los escritores cutres. La chica era muy lista y se aprovechó del inocente enamorado. La cosa es que el chaval perdió el norte y hasta las zapatillas. Sus hermanos le increpaban para que dejara esa compañía que le estaba convirtiendo en un dominguillo. Él no hacía caso y así le fue. La chica se quedó con la mitad del piso que le habían comprado sus padres y el chico a pagar una hipoteca por tonto. Dicen los vecinos que la chica le llama de lejos y él se acerca a ella como embobado recibiendo por saludo un " aléjate de aquí estúpido" que le deja corrido y disgustado para todo el día.
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