Me pone negro tener que depender de mi hermano para desplazarme. De ahí que intente yo conducir. Si fuera por mi hermano, no saldríamos ni un día de casa. Ayer, por ejemplo, Paco se estuvo todo el día en casa sin salir. Mi hermano ama la rutina, se lo pasa bien haciendo todos los días lo mismo. Dice que para el 21, iremos al pueblo. Menos mal. Yo le he estado apoyando desde que salió del ingreso. Estaba raro. Le duró todo junio un estado extraño de manera de ser. No era Paco el que salió del hospital. Era otro. Y hemos estado así, con eso de que "esto va poco a poco" por lo menos un mes. Y encima, el domingo que fuimos a El Escorial, se atreve a echarme todo el momio y criticarme duramente. Yo me veo dependiendo de él para moverme y él vive su vida aparte de los demás, sin sentir nada por los demás.
Pendiente del sol que salga,
de noche espero la madrugada.
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