Estoy neurótico hasta el punto de que me preocupa qué haremos Paco y yo por estas fechas al año que viene. Pero no es muy alarmante. Enseguida me centro y pienso en otras cosas. Hoy he ido a la biblioteca y yo creía que no iba a saber entretenerme con los libros. No ha sido así, sino que me lo he pasado bien leyendo el principio de algunos y haciendo algunas anotaciones y leyéndome los diarios. El sábado pasado me dio la ansiedad temida pero al día siguiente ya se me había pasado. Pero tengo que anotar que, al venir de El Escorial, Paco me echó todo el momio. Y el momio era acusar a mi exnovia y a mí, de paso, de todo lo que se le iba ocurriendo. Me echó un rollo macabeo que me produjo un hartazgo grande.
La primavera vuelve la luz amena,
la llena de colores y de cosa buena.
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