viernes, 10 de enero de 2025

 Mientras en el terreno público no había más que insultos y ocurrencias en contra del contrario (perdónenme la redundancia), en el terreno privado de Manuel no había más que suspicacias y malos humores. Así que a Manuel, le daba asco el mundo público y el privado. Así que se fue al monte a estar con los pinos y se sintió pacífico, contento, exquisito por el tiempo que pasó en el monte. Y luego regresó a su casa y vio el aspecto que tenía su mundo privado y casi se echa a llorar. Pero no lloró. Consiguió estar tumbado en la cama toda la tarde sin comunicarse con su mundo privado ni con el público.

Los políticos dan mal ejemplo.

Está en ti no seguir ese mal ejemplo.

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