viernes, 10 de enero de 2025

 Pasos por el pasillo, silencio. No había abierto la boca en toda la mañana y cuando la abrió, fue para criticarme. Yo me cansé y le dije que no me hablara ya más. Él era, se suponía, el débil, el que más sufría por culpa de muchas cosas entre las que me encontraba yo. Yo me cansé ya de ser el culpable de todo y me fui a la playa, a andar por la arena. Y me encontré sublime después de 6 kilómetros. Y volví a casa y ya pasé de ese ser melancólico, agrio, desafortunado y triste. Y me puse a pensar, a escribir, a inventar, a aburrirme y a meterme en mí mismo. Y triunfé.

Tú solo no regañas con nadie aunque estés equivocado.

Sigue tú solo, equivocado y triste.

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