domingo, 26 de enero de 2025

Cuando tienes entre ceja y ceja una idea, una situación penosa, es mejor hacer un esfuerzo para pensar en otra idea más constructiva y mejor para que tu mente no se enfangue en la cochambre. Produce angustia pensar en lo malo y que eso malo te vaya a afectar. Es mejor pensar en un paseo por el campo o en una vuelta en coche y alejarse de esos ecos de deshumanización que brotan en la ciudad a cada paso. La ciudad tiene mucha parte de marginalidad, de ciudadanos perdidos en sus fantasmagorías. Es mejor alejarse y pensar en otras cosas: en un poema bien hecho, en un guiso bienoliente o en una novela que nos entretenga. Todo mejor que transigir con las penalidades humanas que surgen en la ciudad.

La ciudad devora a sus hijos

como Cronos hacía con las horas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario