Las abrumadoras gentes que había antes a tu alrededor han desaparecido. Solo tres o cuatro amigos ves de vez en cuando. Todo gira en torno a la familia que has formado. Y no está mal del todo. Por las mañanas sales como un lobo a ganar dinero. Es todo lo que sabes. Al regreso ves un película que te informa de lo malas que son algunas personas. No lees nada, eso no forma parte de tus gustos. Y al día siguiente la misma canción te atrapará en un oscuro mandamiento para que no pienses. Y andarás de arriba abajo otro día poniendo baldosas, instalando retretes o haciendo portes. Todo por la familia, ese núcleo de personas que comen todos los días, duermen juntos y sueñan juntos también.
No saldrías a la calle.
No saldrías a la calle si no fuera por esos que habitan donde tú habitas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario