Hoy miras a la calle y da sensación de frío. Hoy miras a la gente y da sensación de pobreza o algo así. Ayer no había ni dios por la calle y eso que era viernes y los viernes, por tradición, se sale. Las lunas van sucediéndose cual discos mordidos, cual plata cortada. Cuántas veces pasaste por el camino donde el cuco canta escondido tras las hojas del olmo. Hay un olmo seco en cada alma que pisa esta tierra. Y hay también un río Duero que siempre lleva el sonido de los pueblos hasta el mar. Me mola la cuestión que se deriva de pensar que somos carne sola, materia, cuerpo seco y único. Pero da igual lo que seamos mientras vayamos consiguiendo la felicidad en este mundo. Es cosa de pensar que hay algo más que esta vida. Es cosa de ir viendo cómo envejecemos todos a una. Es cosa de pensar si vamos a algún sitio o la energía que somos genera otra energía.
¿Vemos a Dios algún día?
¿O nos pudrimos lentamente, orgánicamente, materialmente?
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