Ahora me sentaría estupendamente un ron coca, pero no puedo beber. Me acabo de comer unos frutos secos y me gustaría eso, beber algo de alcohol, pero no puedo, no lo haré. Por las calles de Madrid, ahora mismo, pasea un ejército de gentes cuya naturaleza es insondable. En Neptuno no anda gente como la que anda en Príncipe Pío. Y en Chueca no anda la gente que anda por Plaza de España. Madrid es así de diverso y pluri lo que sea. Madrid es pluri desde hace un montón de años. Cuando voy a Madrid, no hago más que ver y fijarme en la gente, en esa masa diversa y pugnante que anda, como y bebe en todos los sitios. Unos son gordos y van trajeados; otros, delgados y con el pelo largo. ¿Tienen champú? ¿Para cabellos secos o grasos? ¿No tienen para cabellos sucios? Y así todo.
Madrid: esa colmena, ese hormiguero, esa osera.
Qué infinito es Madrid.
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