viernes, 31 de enero de 2025

 Había un alumno en un instituto de Alcalá de Henares que se había aprendido un montón de batallas y las contaba en la pizarra para asombro de toda la clase. Se sabía tanto batallas entre romanos y cartagineses como las de la II Guerra Mundial. Nos las mostraba con círculos y flechas que querían decir las tropas que entraban en una ciudad o los aviones que bombardeaban esa misma ciudad. Me hice muy amigo de todos ellos, de todos los alumnos que eran compañeros del contador de batallas. Era una clase muy especial de alumnos con dificultades de aprendizaje, pero logramos hacer una piña ellos y yo y las clases que di en ese curso fueron muy gratificantes para ellos y para mí, se salieron del contexto académico y las lecciones tenían para ellos y para mí un significado más grande que el mero dictado de unos conocimientos. Sacamos ideas sobre la amistad, sobre el futuro, sobre la vida... Me sentí muy bien con ellos.

Saborear la vida junto con personas queridas

es lo mejor que te puede pasar.

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