La vida, a veces parece inmóvil. Van pasando los días y nosotros también pasamos con los días sin cambiar un ápice nuestros contornos de personas. Es un mes el que pasa e incluso un año y los sentimientos que viven en nosotros no solo permanecen sino que perviven de los días iguales. Es así. No podemos pedir peras al olmo, no podemos pedir aventuras. Decía Buda que el hombre se busca problemas cuando desea cosas. El deseo se mata en este sitio tan feo que es el mundo. Los coches nos arrinconan en las aceras donde vivimos un poco. Luego, vivimos con los nuestros y, a veces, vivimos un poco nosotros solos, enmarañando alguna idea de evasión. Quizás viendo una película nos animamos a ser algo nuevo pero acaba la película y somos los mismos de siempre.
El lunes llega y pasa.
Y así siempre.
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