Donde hay amenazas, hay desgracia. También donde hay mentiras e insultos. La gente que amenaza, insulta o miente es castigada de un modo u otro. Por Dios o por el karma. Y no me refiero esta vez a la política sino a un episodio penoso de vivir. Mi ordenador silba. Los pájaros comen de aquí y de allá. Me tengo que afeitar. A cada amigo deberíamos hablar en un tono distinto para que nos entendiera mejor. Yo tengo amigos en el pueblo, no me han olvidado. Un amigo de estos, se levantó del banco donde estaba con su hermana y sus hijos y me saludó efusivamente. Hablamos de Santa Eugenia, donde él vive. Yo di clases en el IES Santa Eugenia. El tiempo pasa, la gente se hace mayor, vienen las arrugas quizás o por lo menos, viene el cansancio y rigidez de las extremidades. Lo único que sé y sabemos todos es que no llueve. No llueve ni una gota.
Ten amigos.
Tendrás un pozo lleno de agua para aplacar la sed.
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