Decía Feijoo, Benito Feijoo, un monje gallego del siglo XVIII que escribió el "Teatro Crítico Universal" que, a partir de los 30 años, debemos ser médicos de nosotros mismos; o sea, que ya debemos conocer suficientemente nuestro cuerpo para saber qué le hace daño y qué le beneficia. Este monje sabio vivió hasta los 90, un prodigio para aquella época. Este monje se carteaba con sabios y científicos de otros países desde su celda. Escribió sobre supersticiones, sobre falsas creencias, sobre religión, sobre ciencias, etc. O sea, que fue un gran ejemplo de aquella época que se ha llamado Ilustración. También pertenecen a esta época Jovellanos, Moratín y el duque de Rivas, con obras que alumbraron la conciencia de aquellos que sabían leer en esa época, que eran pocos pero muy avezados.
Ojalá llegara al mundo otra Ilustración.
Habría muchísimo que reformar, que cambiar, que criticar.
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