martes, 7 de enero de 2025

 Yo cada vez vivo menos la navidad. Cenas llenas de gente, que para mí no hay. Una batahola de anuncios para que compres y compres hasta que te dejes el último euro en regalos. La coca cola y santa Claus, el champán, los perfumes, los turrones. Ya no me dicen nada. Y lo peor es que la esencia de la navidad, la encarnación de Dios en la Tierra también me deja frío. No pienso yo en ese hecho sobrenatural que consiste en que Dios baja a la Tierra. Yo solo me preocupo de pasar los días comiendo y cenando y esperando al siguiente evento hasta que se acaba todo. La noche de Reyes fue especialmente aburrida. No había donde ir. Todo estaba lleno de vallas. Todo estaba cerrado. Menos mal que ya acabó todo. No es fácil estar contento en navidad para determinadas personas.

La navidad.

Ese invento que nos venden y que luego, no es bonito.

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