El dinero, quizás, es un bien escaso. Hay que saber disfrutar del dinero. Teniendo dinero, nos podemos permitir el lujo de ser generosos. Eso de yo invito y tú pagas es de miserables. Hay gente que se deja invitar hasta que resulta odioso. Por el amor al dinero. Yo conozco varios de esos rácanos que parecen mendicantes y luego saltan eso de "eso está hecho" o "otro día invito yo" y esas mierdas de arrastrados perros famélicos y sucios. Pero bueno. No nos pongamos enfadados por conocer a este tipo de gente que saca el monedero, lo agita y lo vuelve a esconder. La gente así no merece nuestra compañía, siempre están invitando y nunca invitan. Que se metan el dinero por el culo.
El dinero hace esclavos.
El dinero deja mal a más de uno.
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