En la película "Libres" que va de testimonios que dan unos monjes y monjas a la cámara y unos paisajes preciosos, uno de estos monjes dice: en nuestra vida hay algo sin nombre que nos abruma. No sabemos qué es eso a lo que no podemos poner nombre, pero nos oprime de manera que no nos deja casi vivir. Luego dice: la vida es muy dura. La vida esta llena de penas. La vida casi no nos deja vivir. Y es verdad todo lo que dice. Hay gente, sin embargo, tan desconsiderada y falta de visión, que vive la vida de modo muy cómodo, parece que este camino de tierra y de sombras les viene muy bien. Me parece que pasa esto cuando esa gente es muy materialista, no se eleva de la tierra, como hacen los gorrinos, que van con la cabeza agachada siempre. En fin, hay gente para todo. Los que tienen la suerte de no sufrir en esta vida (no conocen la enfermedad, no conocen las penurias) deberían quedarse en ella como testigos de que en la vida se puede ser feliz sin pensar en ella misma, en la vida, que tiene más complicación que estas gentes acariciadas y perfumadas en su paso por el mundo.

Escondido en los muros de este jardín

pensaba en lo feliz que eran otros.