La cosa está en que si en agosto caen una serie de chaparrones que desdibujan el verano ya para siempre, no me entrarán esas ganas de viajar ni de ir a la playa y me centraré en lectura y escritura. Voy a probar esta tarde a ver si leo de seguido mucho rato. La lectura que estaba haciendo de ese juntaletras de Manuel Vilas era demencial. Una mierda de libro, encima le dan el Nadal. No sé quién coño será el jurado de ese premio. Estarían borrachos cuando se lo dieron a esa plumilla infame. En fin, he ido a tomar café por no fumar y ahora voy a leer por el mismo motivo. A ver si fumo menos y doy paseos y me entretengo de la mejor manera posible.
Y ese alarido entre cristales
que atrapó al vecino en el horror.
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