Francia esta viviendo días penosos, de mucha violencia. Dicen los periódicos que el sistema de integración de los inmigrantes e hijos de segunda generación de inmigrantes no funciona. El policía que mató al argelino no sé si fue un acto de racismo; en todo caso, se ha soliviantado toda la sociedad francesa; sobre todo, los jóvenes. Es una especie de revolución para echar a Macron, al que ya le montaron huelgas y manifestaciones por lo de la reforma de las pensiones. Le tiene ganas el pueblo francés a Macron, pero este no dimite. Dicen que ya se están tranquilizando los ánimos pero todo va muy mal por las noches cuando sale una jauría humana a destrozar y quemar cajeros, coches y casas de alcaldes. Francia es un país muy próspero pero ha sufrido muchos ataques yihadistas (Charlie Hebdo, Bataclan, profesores muertos, etc). Por un lado, se acepta a los musulmanes, pero por otro, se los teme. Y es una contradicción fuerte la que hay de amor odio, que es la peor de las relaciones entre distintas sociedades.
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