Suenan las cornejas. Suena el motor de la piscina. No sabe uno si es el dolor de vivir o la melancolía lo que le afecta. Corre aire, un aire lento y fresco. Mañana será agosto. Otro mes, otro cantar. Las camareras se han levantado muy temprano. Hoy hay que trabajar pero mañana, mucha gente hará un largo viaje. Unos van a Cartagena y otros van a Santander. Los ricos se desplazan en avión. Desplazarse, vaya término. Ir de una plaza a otra. Como los antiguos hombres de las cavernas, que se desplazaban en busca de pastos para el ganado y caza. Hay que aprovechar este mes típico de vacaciones para desplazarse, para moverse, para viajar. Me invada no sé si la melancolía o el dolor de vivir.
Aunque sea ceniza cuanto tengo hasta ahora.
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