A mí no me gusta hablar de mi trabajo ni dónde estuve trabajando ni cómo ni qué hice en él. Yo he escrito historias, poemas y cosas que andan por ahí y puede que algo de todo eso sea bueno, que entretenga y aleccione. La historia que estaba leyendo de ese divorciado me estaba poniendo malo. Resulta que ese tipo, Herzog, es un gilipollas neurótico que no sabe lo que quiere y anda de acá para allá como un auténtico modorro. Es neurótico, que quiere decir loco y yo ya tengo mi locura particular. Lo que trata ese libro yo no lo he vivido y por ello me era ajeno y hasta ridículo de leer. Va perdiendo mujeres como si fueran camisas y es absurdo leer que va vestido de verano en invierno, que quiere hacer una revolución con sus escritos sobre no sé qué movimiento social, etc. Un bodrio, por mucho Nobel que sea el que lo escribió.
maravillas del cine ideal:
tontos, maricas y putas en el cine español.
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