El verano hay que aprovecharlo: yendo a la biblioteca, yendo a cenar, como hicimos ayer, leyendo, escribiendo; en fin, pasando el tiempo de la mejor manera. En la biblioteca me siento a gusto. Hay aire acondicionado, hay libros que entretienen el tiempo, hay cosas que me pueden emocionar como esa anciana que sale en un libro diciéndole al médico que quiere saber cómo es el tránsito de la vida a la muerte. O ese otro libro que habla de un soldado de la guerra de Independencia latino americana que se pasa al bando contrario, al bando del rey y por eso le ajustician fusilándole. O esa otra historia de un maestro que manda a los niños que escriban redacciones sobre su familia y así, el maestro va viendo la decadencia cierta en que ha venido esa institución.
Lee libros de mil invenciones
para que no seas tú el protagonista de las horas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario