Con este número que trae este año, se nos viene a la boca la rima fácil. Pero hay que contenerse, yo creo. Como contenemos los eructos y otras cosas peores. En fin. El caso es cumplir días y cumplir años y no morirse en el intento. Saldremos adelante como sea, hasta perdiendo dinero y salud poco a poco. Lo mejor es cenar poco, irnos a acostar pronto y ver la madrugada cómo viene. Lo peor es andar haciendo el gilipollas en el corte inglés. Y el que no esté para casar, que no se case. Y el que ande mal de la cabeza que la asiente de una vez, aunque valga el remedio una ostia bien dada. Y el que no esté colocado que se coloque y al loro, que dijo el hi..., el alcalde tan majete que había en Madrid. Y ya casi no escribo más porque no sé ya qué decir de unos y de otros y el humor no me sale así que doy por terminada esta parrafada de andar por casa y por la calle. Un placer escribir esto y adiós muy buenas.
El ser humano yerra con contumacia.
El otro ser humano se queja de los yerros del otro, pero de nada le sirve si no hace nada más que quejarse.
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