sábado, 1 de julio de 2023

El mar se volvió amarillo de todas las meadas que se soltaban en él y tuvieron que alzar la bandera roja de prohibido el baño. Qué guarros los bañistas. Entonces me fui al hotel a oír cadena ser y oí que Sánchez no ha mentido, solo que ha ido "cambiando de criterio". Luego hice una performance: me desnudé en el paseo marítimo y quemé un periódico. Me tiré toda la noche en el cuartelillo. Salí y cogí un taxi que me llevó a Madrid capital y allí me encontré con Segundo, un amigo de la carrera. Hicimos unos versos incendiarios que pinchamos en un corcho de la delegación de Hacienda y luego, fuimos al edificio donde estudiamos la carrera. Todo estaba igual. Incluso en el bar estaba el mismo camarero. Tomamos dos cafés y Segundo me contó que fue profesor como yo, que luego se fue a México y luego a Berlín. Ahora estaba ayudando a su padre, que estaba muy viejito.

Carcelera, toma la llave

de mi vida entera.

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