viernes, 1 de septiembre de 2023

Una vez que ha pasado el tiempo, cada uno ha ocupado su lugar y su temperamento verdadero. Los que siguen fieles a sí mismos son los menos pero se amparan en la verdad porque creen en la verdad y en la honestidad. Los que ya eran estrafalarios y raros en su comportamiento con los demás, ahora aparecen como lo que han sido siempre: gente de poco fiar, gente que muestra agresividad hacia los otros con tal de que se haga su voluntad, gente zafia y de doble pensar. No han pasado muchos años desde que uno de ellos alzaba la voz y descalificaba a los demás. No han pasado tantos años desde que uno observaba todo con detenimiento para darse cuenta por dónde poder atacar. No ha pasado mucho tiempo. Sin embargo, los que ya deliraban, ahora loquean con fuerza. Los que callaban, callan también ahora. Los que gritaban y observaban, ahora empezarán a gritar mucho más y a actuar sibilinamente. Son los tiempos que corren en los que la verdad se oculta y la mentira hace de las suyas.

Míralos recelosos revolverse

tras sus gafas de concha.


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