El rastafari de Toledo toca a los pies de la muralla de la catedral. Si no hubiera sido por él, yo hubiera naufragado en mi obsesión antigua y demente. Es un hombre barbudo y viejo que toca siempre, aliado con una guitarra, los temas míticos de Bob Marley. A mí me dedicó esa que empieza: One Lord... El rastafari de Toledo habla con todo el mundo. Quizás no debería estar este hombre sentado a los pies de la muralla porque es viejo ya y está, quizás, cansado. La muralla le acoge como si fuera otra piedra, una piedra redonda de río, ese hombre hace el bien, no tengo duda, al que le escucha. "I shot the sheriff, canta. Luego, caminar y caminar. La M30 maldita nos atrapó en la noche; yo cantaba: One Lord...
Un instigador de guerrillas mató a un francés
para que el reloj de pared sucumbiera a las 12.
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