Hubo una entrevista a Raphael. Contestó muy bien, muy mesurado a todas las preguntas. Me gustó sobre todo una cuestión que dijo: quiere a los demás como son, no como querrías que fueran. Es buena filosofía. Luego echaron una película que yo ya había visto y por eso, me fui a acostar. La vida refulge para muchos y la pasan felices porque no tienen problemas. Me parece bien. Otros debemos conformarnos con una vida que no alumbra mucho, que no es de metal sino de madera. Y así vamos, lamentándonos de que no tenemos dónde ir, no tenemos quehacer, no tenemos, en definitiva, qué vivir que sea bueno. Y pasan los años y no cambia mucho el paisaje de aceras que abarcan gente desconocida, que se llenan de pasos lentos, que hacen brotar la absurda epidemia de todos los días.
Crímenes lejanos, huérfanos de una vida plena,
así transita la guerra y la paz día a día.
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