La noche debilita los corazones, feroces pasiones atenúa, noches de vino y rosas, canta mi tocayo Ismael Serrano. La vida está compuesta de mañana, tarde y noche. Así toda la vida. Si no quieres que se sepa tu estado sentimental, alíate con la noche. La noche depara amores clandestinos. La mañana quizás, solo quizás, es para hacer la compra o mandar hacer la compra. La tarde es para estar en una terraza y ver el crepúsculo, ver cómo llega la noche, la de los embelecos. Y cada una de estas partes que forman el día y, por tanto, la vida, valen también para trabajar y ganar un dinero. Hay que seleccionar qué parte del día destinamos a trabajar. Luego, otra parte del día es para los besos, los polvos antiestrés y las comidas en restaurantes que suben la dopamina.
No trabajes, no ganes un duro
y ya verás como te la buscas.