Escribir una novela entraña un esfuerzo intelectual grande y un tesón fuera de toda duda. Yo ya he escrito varias y mi trabajo me han costado. Ha habido un momento, en la novela española, en el que las novelas no tenían ni personajes ni argumento. Eran una especie de fragmentos sin sentido, una colección de escritos involuntarios e irracionales que no llevaban a ningún lado. Me gusta que existiesen esas novelas para compararlas con lo que yo escribo, que sí tiene un sentido, que sí debelan un esfuerzo literario exhaustivo. No seré yo ese autor que se refleja en la vitrina de una librería pero sí seré yo, en el fondo un escritor que escribe esto del blog y algunas historias originales.
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