Me está costando escribir estos asuntos de mi voluntad, de los dineros de los demás, de la luna que persigue al cometa. La manera de levantarse uno por la mañana ya define todo el día. Este lunes traerá lo que todos los lunes traen: una hartura de vivir, una galbana triste, un doblegarse de la voluntad para hacer algo que merezca la pena. En mi caso, seguir la historia que estoy creando sin muchas pretensiones. Las historias son buenas por cómo se cuentan, no tanto por lo que pase dentro. A estas alturas de la vida ya hemos oído muchas historias y todas se confunden, todas van al mismo saco de invenciones. Por eso digo que es mejor el estilo, la frase, el párrafo que sostiene la letra. Las novelas turcas o colombianas disputan la tarea de contar historias a las novelas que no se venden. Por eso, mejor cuidar el estilo, no la leyenda.
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