Este hombre que describo proclama unas afirmaciones rotundas, sentenciosas, categóricas. Para él, en lo que no cree, no existe. Es muy cerrado de mente. Solo acepta unas ideas, las suyas y las de los que le dan de comer. Le gusta la eutanasia, el aborto y la sencillez, pero para los demás. Se cree portavoz de algo, de algo que no es universal, como él cree. Se cree este menda que todo el mundo piensa como él porque se ha endiosado, ha llegado a una cima desde la que se permite dar carnés de bien pensantes. La verdad es que da mucha pena porque ni tiene estudios, ni sabe de nada en concreto. Solo que los suyos le han puesto ahí, en una posición cumbre. Pero lo que opina y sobre lo que pontifica no tiene ningún valor. Debe de ser muy rico pero no en pensamiento sino solo en dinero.
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