Viene un viento por la ventana no fresco, sino frío y he tenido que cerrarla. Este mes de octubre ha sido muy anómalo, ha sido una continuación del verano. Llevamos desde abril del año pasado, seis meses sin llover. El clima algo estará indicando del modo en que se comportan los meses de otoño. La vida va en estos días de un modo un poco tonto, siguiendo los patrones del mes de julio o agosto, sentándose la gente en terracitas, tomando refrescos en esta aberración de los atmosférico. Los camareros ya no dan a basto ante este verano de cuatro meses que tenemos, ante la gente que se agolpa en los asientos, en las mesas, en la calle y pide de beber.
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