Descansa la sien en el cristal. Está todo nublado. No tiene uno ganas de escribir. Lucha la nube contra el cielo. Lucha la gente contra el día. Los efímeros relojes dan una hora equivocada. Se plantea el corazón si seguir latiendo. Campos y campos de tierra mojada se sitúan ante el mediodía con la fuerza de colosos de barro expuestos a la semilla. Semilla de papel que me agrada. Vamos ganando terreno al tedio. Continúan las voces que dijeron un día: nos ahogamos. Dormiremos hoy como invocación al dios de los cansados. Octubre, octubre: fechas revolucionarias. Hay que saber para no mentir. Las montañas deshechas por la niebla acucian al madrugador. Hoy es miércoles, un miércoles absurdo, destemplado y sin mucha ventura.
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