Cuando un escritor o periodista no sabe de qué escribir, un ente imaginario le dice al oído: escribe, escribe de lo que sea. Escribiré sobre un libro llamado "La regenta", de Clarín, un escritor decimonónico. En este libro es muy importante la catedral de la ciudad sobre la que escribe. En la catedral, hay una serie de personajes eclesiásticos a cada cual más ruin. Pero es que la sociedad de esa ciudad también es mezquina, de difícil trato, cínica. No se salva nadie. La regenta está en un mundo lejano a esa facilidad de ensoñación que tiene ella. Ella sueña con paraísos y Vetusta, la ciudad, le ofrece guiñapos humanos. Y acaba mal la cosa para la regenta, pues su marido muere en un duelo. Y se queda sola y vilipendiada en esa ciudad, esa ciudad en la que un galán y un hombre de iglesia se la han disputado.
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