domingo, 26 de octubre de 2025

 No me gusta estar solo, soy un ser social. Pero todo falla en este mundo. Falla la gente, falla el que está enfrente de ti pringando un churro en el café. Y te condenan a la soledad los estúpidos. Porque no se puede estar mucho tiempo junto a un imbécil. Los tratados de sociología universales dicen que el número de tontos en el mundo se podría asimilar a un plaga bíblica. Así que tendré que doblar mi soledad, como si de una manta se tratara, y salir al camino, yo ya solo y entendido, a ver qué gente anda por él y entretenerme ágilmente, en los dominios de la soledad. No queda otra, pues soledad amena es mejor que compañía tarada.

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