Yo, a los 14 años, lo tenía claro: yo quería ser escritor. Pero me ponía a escribir y solo me salían descripciones. La descripción es contar cómo es una persona, un lugar, un ambiente determinado. No me salía una historia. Mis referentes eran, en aquella época, Delibes y Cela. Compraba libros y leía. Pasaba muchos ratos con los libros. Recuerdo que me compré "La guerra de los botones" y también "Memorias de un niño de derechas". Yo no leía los clásicos juveniles como "Los tres mosqueteros" o "Viaje a la luna" sino lecturas demasiado literarias en las que primaba el estilo sobre la historia. Y creo que por eso no me salía ninguna historia, solo descripciones de gente de mi pueblo o de lugares que me inventaba. En mis creaciones literarias, no pasaba nada. Solo salían personajes retratados o situaciones, nunca había acción propiamente dicha.
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