martes, 21 de octubre de 2025

 Esta semana he decidido no cocinar. El jueves iremos a comer a Madrid en vez de hacer la comida en casa. Hoy se ha levantado el cielo nublado. No se oyen ruidos, los ruidos de la ciudad. Reposo y movimiento en uno es, como dice Cernuda. Los años pasados llegaron al presente como una canción muy gastada, como los paraísos que se venden de saldo en un gran almacén. Sin embargo, los oasis están cerca, los días perdidos claman para que consigamos una fresca fuente de placer. La vida perdura mientras sabemos qué hacer con ella. Desespera la rutina en los cristales. Me asomo a lo mismo una y otra vez. No sé cuándo he perdido la ilusión por la mañana, por la vigilia temblorosa, por la luz empedernida que da fe a los ojos. Quizás debería, como los pájaros, visitar al psiquiatra.

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