jueves, 30 de octubre de 2025

 Cada vez que veo a un anciano en una silla de ruedas, se me cae el alma a los pies pensando cómo se las apañará el cuidador y el anciano mismo para hacer cosas que los demás consideramos normales. Y pienso que esa persona estaría mejor en una residencia, cuando veo a un anciano de estos muy demacrado y postrado. Parece que la vida que llevan es totalmente dependiente de su cuidador y eso me da pena, me pone hasta nervioso cuando veo a una persona en estas condiciones. Algo se activa en mí al contemplar a un individuo de estas características que me pone tenso, alarmado e imaginando un circo cuando vayan al servicio o se levanten de la cama.

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