Se pasan las horas, se pasa el día. pero no es lo mismo. Las horas son duras y el día muere en la cama y me pilla tranquilo. Los compañeros de viaje son la soledad y el aburrimiento. Quizás debería ir a alguna exposición. Me da miedo la muerte pero también, o más, me da miedo el tiempo que no pasa. Ayer vi el final de una película: un niño estaba encerrado en la casa del primer ministro. Los padres acuden. La madre es cantante. Se pone a cantar eso de qué será, será y el padre rescata al hijo. Muy bonito todo. La vida es como un caramelo que damos vueltas en la boca hasta que se deshace. Depende de si el caramelo es dulce o sabe demasiado intenso o es muy pequeño o parece que nos dura poco.
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